Dispositivo Penal.

La responsabilidad primaria la ejerce el Ministerio de Desarrollo a través de la Secretaría de Estado de Niñez, Adolescencia y Familia, encargada de promover el acceso a derechos de los adolescentes en articulación con otros organismos del Estado Provincial (de las áreas de Salud, Educación, Seguridad, Gobierno, etc.), autoridades locales de Protección de Derecho, Municipalidades, Poder Legislativo y Poder Judicial.

Las prácticas socioeducativas que tienen lugar en el Dispositivo Penal se basan en un Proyecto Institucional vigente desde 2016, cuyos objetivos principales son garantizar los derechos de los adolescentes infractores y presuntos infractores a la ley penal, de manera integral, y promover acciones para que la privación de la libertad sea la última alternativa. Para ello, se trabaja en pos de garantizar las condiciones y acceso a los derechos en caso de alojamiento de los adolescentes infractores a la ley penal, fortaleciendo a los mismos como sujetos de derechos a través estímulo del potencial, entre otros.

Los adolescentes llegan por la aplicación de medidas restrictivas de la libertad dispuestas por Juzgados o Tribunales con competencia en la materia, teniendo una causa penal grave o la suma de muchas causas de menor gravedad, teniendo un rango de edad de 16 a 18 años.

En este dispositivo se realiza una intervención socio-educativa a cargo de un Equipo Técnico Interdisciplinario que trabaja en conjunto con el Juzgado interviniente, para que los adolescentes adquieran herramientas y el aprendizaje necesario para la construcción de un proyecto de vida ciudadana que contemple las potencialidades personales y las posibilidades reales de concreción, favoreciendo la integración socio-comunitaria, desarrollando actividades educativas, recreativas, sanitarias, deportivas. Se brinda también acompañamiento en pos de fomentar que los adolescentes den continuidad con su ciclo escolar correspondiente. Además, se generan espacios de fortalecimiento familiar, lo cual varía según la localidad y periodicidad de encuentro con las familias de los adolescentes.

Las mismas se llevan a cabo además con el acompañamiento diario de un Operador Convivencia, quienes tienen la tarea no sólo de contención, acompañamiento y guía de actividades, sino de informar y trabajar coordinado con el Equipo Técnico.

El trato que los adolescentes reciben, y el que se le requiere, en tanto proceso de aprendizaje, se constituye en el pilar de la intervención socio-educativa de este dispositivo penal, es decir la calidad institucional apunta a asegurar en su funcionamiento el trato para todos de acuerdo a su dignidad y valor como personas. El trato institucional es por consiguiente el requisito de posibilidad para que adolescentes infractores se integren a la sociedad y asuman en ella una función constructiva.